El propietario de una Cross Fox persiguió a pie a una grúa de tránsito hasta alcanzarla para sentarse a bordo del vehículo y tratar de evitar que sea acarreado hasta el playón de secuestros.
Una vez en el interior del rodado el automovilista inició una discusión con los inspectores acusándolos de no haber realizado de manera correcta el procedimiento.
Según los agentes, el vehículo se encontraba detenido en una dársena de carga y descarga de la zona céntrica, lo que motivó su secuestro.
Al advertir la situación esta mañana su propietario corrió a la grúa a lo largo de varias cuadras hasta alcanzarla en la intersección de la avenida Luro y La Rioja, donde ahora permanece reclamando que liberen su vehículo.